Atando Moscas/Equipamiento
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Contando los días…

Ya falta poco para el comienzo de temporada de pesca 2017-2018 en la Patagonia Argentina, y se hace difícil no estar contando los días para comenzar a mojar moscas, pareciera que una sola cosa ronda nuestras cabezas, ese 1ro de Noviembre que se hace desear…

Bajando un poco la ansiedad, es un buen momento para revisar equipos, terminar de completar nuestras cajas de moscas, hacernos del equipamiento faltante y planificar las primeras salidas…

En esa exacta situación me encuentro actualmente, habiendo atado muchísimos patrones distintos a lo largo del invierno y en este principio de primavera, comencé a acomodar las moscas en sus respectivas cajitas y por supuesto, noté que tengo mucho material de “descarte”. Evidentemente mi plan de atar un patrón por día, se hizo excesivo, de todas maneras como ya he comentado en otra entrada, era algo planificado y a sabiendas de que este iba a ser el resultado, mi idea final es de hacerme de los patrones que mejor se adapten a mi forma de pescar y luego si poder contar con solo un par de cajas con moscas que me acompañen en cada salida, solo teniendo una decena de patrones aproximadamente entre ninfas, mojadas y secas, y obviamente algún que otro streamer para ciertas ocasiones, ya que prefiero pescar con cualquier de los primeros tres tipos y de ser posible con secas o mojadas, que son las que más placer me dan a la hora de pescar.

La cantidad de moscas excesivas que ate durante estos largos meses, me sirvieron para soltar un poco la muñeca, conocer más las herramientas y materiales y en definitiva hacer un poco de práctica y aprendizaje sobre el arte del atado. Además acompañé este proceso, con un curso de pesca con mosca que ya estoy casi por terminar y asistiendo a un par de clínicas de gente que realmente tiene mucho conocimiento y experiencia en el tema. Recomiendo mucho asistir a este tipo de eventos, se aprende muchísimo en unas pocas horas…

Me da mucho placer cada vez que termino mi jornada laboral, adentrarme en éste mágico mundo del atado, dónde cada detalle cuenta, donde hay que estar concentrado al máximo y en dónde cada vuelta de hilo acrecienta la ilusión de que algún pez caiga engañado ante la maraña de pelos y plumas que con tanto cuidado atamos en cada anzuelo.

Los viejos maestros dicen que hay que atar moscas para los peces y no para los pescadores, debo admitir que caí muchas veces en la tentación y terminé haciendo “arbolitos de navidad” que dudo mucho que den buen resultado con algún pez, de todas maneras, haré todo lo posible de probar cuanto patrón ate y así sacar mis propias conclusiones sobre ésta idea… aunque a medida que avanzo en el atado voy perfilándome cada vez más con ésta  línea de pensamiento, y  me atrae más atar moscas simples y con menos materiales. Una mosca atada con 3 o 4 materiales creo que es más que suficiente. En estos últimos días de atado antes de la temporada, tengo pensado atar moscas que no me lleven más cantidad de materiales que la que enumeré más arriba.

Me propuse atar moscas bien simples, basadas en los patrones más probados y evolucionados a lo largo de la historia, espero no caer en la tentación de sobrecargarlas de materiales innecesarios y poder así, estando ya en el río, ver que dicen nuestras amigas las truchas…

Las que no pasaron el control de calidad final

Las que no pasaron el control de calidad final, seguramente no toquen el agua…

 

Las cajas completas

Las cajas completas…

 

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Equipamiento/Historias
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Con wader es otra cosa!!!

Como se imaginaran, luego de haber tenido aquella primer experiencia de pesca con mosca, la alegría no cabía dentro de mí, por supuesto de ahí en más todos los fines de semana religiosamente volvía a aquel mismo lugar, y de a poco fuí mejorando, muy de a poco…, lanzamientos un poco mas precisos, además de ser más cauto en cuanto al acercarme al arroyo y al observar alrededor mío, identificando cuanta vegetación podría complicarme la vida. Tuve jornadas relativamente parecidas, pesque algunas truchitas de arroyo, alguna arcoiris chiquita e inclusive una marrón, todas bien chiquitas pero no por eso, menos hermosas y peleadoras, las cuales eran devueltas religiosamente, y por supuesto en todos los casos disfrutaba de cada salida, desde el mismo momento en que comenzaba a preparar las cosas antes de salir de casa, siempre la pasé muy bien y terminaba el día con una inmensa felicidad y satisfacción.

Con las sucesivas salidas, me di cuenta que necesitaba poder acceder a otros sitios, siempre hablando del mismo arroyo, pero quería poder acercarme a otros lugares que me eran imposibles, ya sea por la vegetación que había en las orillas o simplemente porque no tenía manera de llegar sin mojarme, lo cual puede estar muy bien un rato, pero no la cantidad de horas que me pasaba en aquel hermoso lugar, ya que el agua es bastante fría, así que me decidí a ampliar mi equipamiento y comprar un wader y botas de vadeo.

Nuevamente me acerqué al negocio más cercano a mi casa,  ya que no soy de andar buscando demasiado sobre el tema precios y esas cosas, no porque me sobre, sino porque me da muchísima pereza hacerlo, prefiero utilizar ese valiosisimo tiempo, estando en el arroyo de mis sueños. Por supuesto una vez más manifesté mi ignorancia al respecto, y prueba va, prueba viene, finalmente compré un wader, un par de botas de badeo (no las óptimas, ya que eran para pescar embarcado, cosa que me entere al final de temporada cuando un pescador experimentado me lo dijo) y un par de guantes para no quemarme con el sol, además adquirí un copo para poder tomar las truchas con el menor impacto posible y un chaleco para portar las moscas, la pinza para extraer anzuelos, leader, permiso de pesca, y alguna que otra cosa más.

Compré un wader respirable, el que pude comprar, ni el más barato ni el más caro, por decirlo de alguna manera, “el del medio”, con las botas el tema fue diferente, compré las que me entraron y como dije más arriba, no eran precisamente las ideales, pero me ayudaron a zafar la temporada. Apenas salí de la tienda partí rumbo al arroyo, llegue y comencé a cambiarme, me sentía un astronauta, pero ahora si podía comenzar a adentrarme en el agua sin problemas, caminarlo, llegar a más lugares, realmente fue un antes y después, ese día mejore mi performance, ya que me resultó mucho más cómodo lanzar y por supuesto tomar y liberar a las truchas.

No sabía que era tan agotador pasar largas horas caminando entre las piedras, cosa que me vino muy bien, ya que paso la mayor parte del tiempo trabajando frente a una computadora. Ahora no solo pescaba (intentaba) sino que además hacía ejercicio, combo completo!

 

wader

El astronauta

copo

Con copo

 

combo

Guantes, copo, wader y botas, completito!

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