Habia escuchado del desafío que implica pescar en aguas muy tranquilas, dónde para los peces es muy fácil detectar cualquier ruido, cualquier situación no habitual e incluso tomarse el tiempo para estudiar bien las moscas que mojamos, el tippet, etc.

Hace unos días tuve la suerte de intentar pescar en uno de estos lugares…

Luego de obtener algo de información de como llegar a ese arroyo de aguas calmas, preparé el equipo, en esta oportunidad mi nueva caña #3, todo un desafío ya que según había investigado, en éste arroyo las truchas eran de buen tamaño, de todas maneras quería intentarlo, así que ate a mi linea de flote un leader 4x y un tippet acorde, veríamos que sucedía… después de todo ya estaba bastante acostumbrado a la pérdida de truchas con cierto porte, nada nuevo para mi…

Luego de una caminata bastante accidentada, ya que varias veces me enterré en el barro por encima de mis rodillas (lo cual no es poca cosa) pude divisar a unos 100m de dónde estaba el zigzagueante arroyo, era evidente la poca velocidad de su corriente, lo cual me hizo recordar la primer premisa que había leido sobre este tipo de aguas, si el río corre tranqui, acercate de la misma manera, tranqui! (no lo decía exactamente así, pero era la idea)

Eso hice, use algunos matorrales que había en la orilla para poder acercarme con cautela, agachado lo que más pude y apenas estuve cerca del agua, pude divisar como unas importantes truchas “patrullaban” las orillas, lo primero que atiné a hacer, fue acostarme literalmente en el césped y como pude, mojé la primer mosca que ya tenia atada en mi tippet, una stimulator en anzuelo # 12, apenas toco el agua una marrón importante, se mandó hasta la mosca a toda velocidad, pero en el último centímetro, me hizo un “ooooosooooo” y volvió a su lugar, ésta escena se repitió no menos de 7 u 8 veces, que fueron las moscas que cambié intentando pinchar de alguna manera a esa trucha…

Como era de esperar todo terminó igual, la trucha sentía la mosca tocar el agua, se acercaba a toda velocidad y a último momento la esquivaba volviendo a su lugar original, evidentemente ese plan no estaba funcionando, desistí de esa trucha y caminé por unas largas horas las orillas de ese arroyo siempre con la misma suerte, mucha trucha a la vista, y ninguna mosca aceptada. Decidí que ese día, había terminado y emprendí el regreso. Cuando estaba llegando al lugar donde había dejado el auto, un pescador mucho más experimentado que yo que estaba probando suerte en el lago donde desembocaba el arroyo, me preguntó por mi jornada y luego de contarle lo que me había sucedido durante un par de horas, se ofreció a ayudarme si yo no me ofendía, oooooooooooooobvio que no, muy gustoso acepté el consejo, sus palabras…:

Estos ríos se pescan con lápiz y papel, esto me lo enseño un “yanqui”… así comenzó, yo silencio absoluto… cuando te acerques a un agua quieta como ésta, no pierdas tiempo con las truchas que estás viendo por todos lados, quedate tranqui en alguna orilla, muuuuucha paciencia, y observa alguna que salga a comer, a esa tirale una seca, la vas a pinchar seguro, pero te aclaro, el 90% se te va a escapar, preparate para una linda lucha, agradeci el consejo y lo deje pescar tranquilo…

Anécdota aparte, luego de retirarme, tiro sin mucho ánimo, una mosca a unos 50m de este pescador y pinche una hermosa arcoiris, que luego de una linda pelea, fue devuelta a su hábitat natural con el menor desgaste posible, un hermoso final para esa jornada de pesca!

Al otro día volví al mismo arroyo, ésta vez tenia mas información, seguí el consejo al pie de la letra, me acerque a una orilla, ignore a las truchas que veía patrullar las costas sin comer, hasta que vi una asomarse y comer algún tipo de emergente, me quedaba un poco lejos para el casteo y además el viento me jugaba en contra, pero de todas maneras le tiré una ninfa (ya la tenía atada), apenas tocó el agua y a pesar de caer a unos 4m, por lo menos, de dónde salía a comer, noté como le llamó la atención, la dejé hundir un metro más o menos, y cuando ésta se fué acercando la moví un poco, todavía recuerdo la imagen de aquella arcoíris atacar con toda velocidad mi pequeña phesantail atada en anzuelo #16, la clavé justo y comenzó la lucha, apenas vi como sacaba linea de mi reel me vino a la mente el comentario de aquel pescador (el 90% las vas a perder) creo que saber que seguramente era una trucha que no podría sacar, me relajó y eso me jugó a favor, la deje pelear, sacar línea, la contemplaba en cada salto, esperando el corte de mi tippet 4x, era obvio que no iba a resistir por mucho tiempo más… Al cabo de un par de minutos, me comencé a entusiasmar, no había cortado y la estaba cansando, sería parte del 10% que me quedaban de chances ??? me agrande! pensé que una opción seria cansarla y ver si podía subirla a la orilla, ya que estaba en una curva muy profunda, llena de palos y arbustos en la costa, demasiado complejo para poder ser verdad, pero insisti, no tenia muchas opciones, cansarla y levantarla si es que no cortaba antes, estimo que abre estado luchando entre 3 o 4 minutos, quizás exagero, no lo sé, la cuestión es que noté que había cedido, así que respire profundo e intente levantarla, me separaban del agua algo así como metro y medio de barranco, me era imposible llegar con el copo, así que simplemente intente subirla esperando el corte tan temido, y para mí sorpresa, lo pude hacer, y la hermosa arcoiris finalmente estaba en el pasto al lado de mi caña #3 y prendida en mi 4x que le había ganado ésta vez, si bien no era una trucha trofeo por el tamaño, si lo era para mi por haber logrado pescarla en ese ámbito que me era tan dificil y desconocido. Luego caminé hasta un sector donde pude reanimarla y liberarla sin más, fue hermoso!