Mi primera salida de pesca (exagero con lo de “pesca”)
Habia comenzado el verano de 2017 y tome coraje, me decidí finalmente a comenzar con todo este nuevo mundo de la pesca con mosca, si bien había pescado toda mi vida (desde que tengo uso de razón) jamás lo había siquiera intentado con esta modalidad, pero ahora viviendo en la patagonia Argentina, me parecía un despropósito no aprovechar los ambientes naturales que me rodean, así que tome coraje y fui al primer negocio de ventas de equipos de pesca que encontré en mi ciudad.
Ahi me encontraba, sin saber siquiera que debía comprar , pero la decisión ya estaba tomada, debía continuar. Estando frente a la vendedora y saludo mediante, exprese mi deseo “quiero comenzar a pescar con mosca, pero no tengo ni idea que debo comprar”, ella muy amablemente me ofreció un equipo ya armado, lo único que debía hacer era atar una mosca y comenzar a mojarla. Así fue, compre ese equipo compuesto por caña, reel, linea, tippet y leader, además algunas moscas (las que había) Así adquirí mi primer caña #6.
Inmediatamente y fiel a mi costumbre autodidacta, comencé a buscar información en Internet, el amigo google inundó en un segundo mis expectativas… jamás hubiera imaginado la cantidad de información que hay al respecto, por supuesto uno no sabe exactamente por donde empezar… Agudice la búsqueda y decidí ver el tema del casteo o lanzamiento, y vi cuanto video y explicación encontré por allí, nuevamente las opciones fueron muchas, pero me concentre en unos videos del Vasco Huebra ( en la página de enlaces, tienen la dirección de su canal de youtube) además de resultarme un personaje muy simpático, se nota que el tipo conoce del tema y sabe explicarlo, así que enseguida me encontré practicando en casa, frente al monitor, aquellos movimientos básicos…
Ya tenía un equipo completo, tenía los ambientes naturales a mi disposición, tenía las ganas, había mirado algunos videos de casting que explicaban las técnicas básicas como para lanzar al menos unos metros de distancia, así que ya no había excusas, y ese mismo fin de semana me fui directamente a uno de los lagos que están cerca de casa, y allí camine bien lejos, hasta que nadie pudiese verme, no sea cosa de que pasara vergüenza, hombre grande jugando con anzuelos llenos de pelos, o como dicen algunos amigos por ahí “peluchitos”
Estando ya a un par de km de la ruta, me dispuse a armar el equipo, de entrada ate una lanita roja en la punta del leader (como aconsejaban algunos videos que había mirado, para no lastimarse) y me dispuse a lanzar por primera vez…
Terrible desilusión la de los primeros intentos, en que esa linea sin peso no se alejaba de mi, mas que por un par de metros, la hombría estaba en juego, como un tipo de cuarenta y tantos de años, y de casi 2m de altura, no puede lanzar esa lanita, mas allá de lo que alcanzaría con dos pasos…
Lo que aprendí ese día:
- No era tan fácil lanzar una linea sin plomada ni boya con peso, en los videos de gente que sabe, se lo ve facil, pero la realidad del novato termina siendo otra.
- Días de viento tan fuertes como los de aquel día, mas vale disfrutar de otra actividad, o por lo menos, dejarlo para cuando se tenga más experiencia.
- Soltarse y disfrutar, la tensión no hace mas que impedirnos lograr un buen lanzamiento.
- No querer lanzar 30m al principio, es imposible (por lo menos para mi), ir de a poco, como en toda cuestión nueva que encaramos, después de todo, los peces tampoco suelen estar tan lejos todo el tiempo.
- Detenerse, respirar profundo, analizar que se esta haciendo mal y después de pasar un tiempo prudencial, retomar la practica.
- Filmarse o ir con alguien que nos pueda marcar errores, por lo menos los mas groseros (eso hice y fue de gran ayuda)
Después de algunas horas y de varios intentos fallidos, comencé a encontrar un timming, que me permitía ahora si, poder lanzar al menos unos 6, o 7 metros, todo un logro para mi, ese día termine muy feliz al ver que ya la mosca (la lanita roja en este caso) no caería a mis pies…
Algunas imágenes de aquel día:
… y por fin habia logrado que la mosca no caiga a mis pies, felicidad absoluta.
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