La trucha cabeza negra…
Después de haber caminado bastantes horas por la costa del río buscando indicios de truchas que se estuvieran cebando, veo detrás de una piedra una trucha que a primera vista me llamó poderosamente la atención, parecía que su cabeza era de color oscura (se podría decir negra). En un primer momento pensé que sería efecto de las sombras, pero luego de ocultarme detrás de unas plantas y mirar con mayor detalle, pude ver que efectivamente ésta trucha, tenía la mitad de la cabeza de color negro (o casi) Se trata de una trucha arcoiris, no muy grande, pero de un tamaño respetable que al seguir detenidamente su comportamiento, noté que patrullaba la orilla del río, en una zona de muy poca profundidad y donde la corriente es casi nula, muy raro que se moviese por ahí con muy pocos lugares para protegerse y donde además, la temperatura del agua subía bastante. Esta truchita repetía el ritual una y otra vez, se movía en una zona de unos 50 metros de costa, casi siempre bastante pegada a las plantas de la orilla, que es el único lugar que le brinda cierta protección.
Obviamente me puse en posición e intente pescarla. Debo decir que probé de todas las maneras posibles que tomase mi mosca, utilicé secas, ninfas, húmedas, pescando al hilo, río arriba, río abajo, dejando la mosca en su línea de alimentación, tirando la mosca literalmente sobre su cabeza, moviendo la mosca justo delante de su nariz, afine el tippet, etc. etc. Hice todo lo que estaba a mi alcance, pero siempre me ignoraba, ella seguía patrullando las orillas como si nada, y en alguna oportunidad, sólo se alejó un poco de manera sugerente, como diciendo “dejame de molestar” …
Llevo ya varios días intentando pescarla, a esta altura ya más por curiosidad que por otra cosa. Imagino que esa trucha ya fue pescada y se debe haber lastimado y por eso el color de su cabeza, hasta presumo que no ve de un ojo por su comportamiento frente a mis moscas, pero todo esto es tan sólo especulación. Cada vez que visito ese río, me dirijo a la misma zona, y ahí está ella, patrullando la costa como si se tratase de una trucha de lago buscando comida en las orillas. En cada ocasión no estuve menos de una hora probando y probando, salvo alguna tímida cercanía a una tomada, no tuve, ya llegará el día, y sino tan sólo pasaré a saludar…
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