Cada vez que debo viajar en avión, existe un tiempo ocioso en el que se me cruzan por la cabeza recuerdos de experiencias vividas y planificaciones de pescas futuras. Imagino como sera la próxima caña que fabricare, la mosca que voy a atar y una infinidad de temas relacionados, casi siempre en forma desordenada y a manera de cataratas de ideas…

En el viaje de hoy, me vino el recuerdo de la primer perca que pesque en mi vida y el primer contacto que tuve con uno de estos bichos. Apenas comencé a pescar con mosca y consultaba sobre las percas casi siempre obtenía los mismos comentarios… Pescar una perca no tiene gracia, es como arrastrar un ladrillo, no pelean, nada que ver con una trucha, son feas, y hasta en forma despectiva las cargadas eran del tipo “ahí va el perquero”, etc. etc. etc…

Sin embargo a mi me entusiasmaba mucho la idea de poder pescar al menos una. Hace unos meses estaba a punto de salir del río y delante mio veo debajo del agua un destello plateado, inmediatamente pensé que se trataba de una trucha, que debido a sus dimensiones supuse como una trucha marrón de muy buen porte, aunque el color me resultaba un tanto extraño… Me quede quieto, desenganche la mosca de la caña, retire el leader y linea con toda la cautela del mundo y lance sobre la misma. Para mi sorpresa el tiro salio perfecto, la mosca derivo correctamente, sin embargo, ese lingote plateado no se movió. Sin darme por vencido repetí la acción una y otra vez, obteniendo siempre el mismo resultado, nada!
Decidí abandonar la idea y acercarme por detrás para ver si podía tomarla con las manos, si una locura, pero no tenia nada que perder. Antes de intentarlo, sumergí mi cámara de filmar e hice unas tomas por si acaso. Cuando comencé a sumergir la mano en el agua y cuando ya estaba prácticamente sobre ese misterioso pez que ni se movía, me dije a mi mismo… claro es una trucha muerta, obviamente no iba a tomar la mosca…
Para mi sorpresa cuando quise tomarla por la cola, se movió muy tranquilamente nadando unos 3 metros delante de donde se encontraba y una vez mas se quedo tiesa como una estatua. La deje en paz y seguí mi camino.
Cuando pude ver las filmaciones que había realizado me di cuenta de que no era una trucha, sino una hermosa perca. Al menos ya podía decir que había visto y tocado una, pero quería mas…

Habían transcurrido un par de meses de aquel episodio y me encontraba pescando en otro río, esta vez el Malleo. Era una de esas tardes en donde todo esta a favor, el clima, el río y los peces. Acababa de liberar una hermosa trucha arcoiris de las grandes, la cual me había dado una durisima pelea de unos 20 minutos a lo largo de unos 100 metros de río. Esa misma tarde había perdido varias del mismo calibre, pero esta ultima finalmente termino en el copo y también termino con una de las punteras de la marutake “Gandalf AR II”. Salí del río, ya que tenia que cambiar la puntera de la caña y todavía quedaba una hora de luz para pescar aproximadamente. Cuando ya me encontraba fuera del agua, veo un anillo de subida a unos 10 metros por delante mio, la tentación fue grande, revise el estado de la puntera, y me di cuenta que no estaba rota (como pensaba) sino que mas bien se había “ablandado”.

Una vez mas puse modo garza en on e ingrese al agua con todo el sigilo del mundo, ya que esa parte del río tenia un pozon de aguas quietas y cualquier perturbación de aquel espejo provocaba un tsunami. Una vez dentro del agua y quieto como rulo de estatua, veo nuevamente el anillo de subida, esta vez a unos 5 metros delante mio río abajo. Saque linea, mire hacia atrás para ver si había algún obstáculo (menos mal que lo hice porque sin darme cuenta había unas plantas que complicaban el casteo) y como pude con la puntera casi sin acción lance mi ninfa un metro por detrás de donde vi la subida, la deriva fue leeeeeeeeeeenta, pero controlada, apenas veo que el leader estaba a unos pocos centímetros del anillo que había estado observando, siento el toque y clave. Lo primero que sucedió fue una corrida terrible río abajo que me saco por lo menos unos 15 metros de linea dejando el backing a la vista y de golpe se clavo, ningún salto, nada de nada. Inmediatamente pensé que había pinchado una terrible marrón. No tenia caña para forzarla a salir de ahí, así que espere unos minutos y de a poco comencé a tensar la linea, la puntera se doblaba como chicle, así que enderece un poco a sabiendas que podía cortar el tippet 4x en el que tenia empatillada una ninfa atada en un anzuelo #16 e hice lo mismo que el pez, tense y me quede quieto. Al cabo de unos segundos note como el pez forzó la situación al máximo y arranco una carrera río arriba, todo transcurría a la misma profundidad, en ese lugar el río tendría unos 2 metros así que apenas podía ver el comienzo del leader y nada mas. Una vez mas se clavo a unos 10 metros río abajo. Repetí la historia, enderece la caña y tense esperando la rotura de mi noble 4x… Volvió a suceder lo mismo, el pez arranco carrera río arriba, esta vez coloque la caña en forma horizontal y la tense de costado tratando de acercarlo a la orilla, lo logre! Estuve así un buen rato, carrera de unos metros, clavada en el fondo, caña de costado y un poco mas cerca de la orilla. Pude notar que ya se había comenzando a cansar y debo confesar que yo también y la marutake aun mas, se quejaba como nunca, hacia unos pocos minutos había peleado con una vieja y astuta arcoiris y sin darle descanso la tenia peleando aquel otro bicho que por lo que podía especular, también era viejo y astuto.

Fueron 6 o 7 corridas y ahora si ya podía ver algún destello dorado, afirmando par mis interiores que esa vieja marrón estaría en el copo de un momento a otro. Para mi absoluta sorpresa, cuando finalmente logre cansarla y ya cedía sin mucha oposición a mi marutake deshilachada puedo ver con claridad que no se trataba de una trucha marrón, sino de mi primer perca.

Me alegro mucho cuando la pude tomar con el copo, y mas aun confirmar que lo que suponía sobre estos bichos era absolutamente verdad, o por lo menos lo era con aquel ejemplar. Me dio una hermosa pelea, me hizo transpirar y también le dio una linda paliza a la marutake.
La deje recuperar unos segundos, saque unas fotos, la observe y agradeciendo su entrega, la deje ir. Una vez mas me sorprendió con la fiereza que salio aquel bicho en dirección al mismo lugar donde la había
pinchado. Terrible torpedo que me salpico la cara con las hermosas aguas del Malleo!!!

Algunas imágenes de las capturas y de la perca que encontré en el río Chimehuin.