Debido a mi costumbre y gusto por la pesca en ambientes pequeños, preferentemente arroyos “sin nombre” y coincidiendo que al momento de estar seleccionando bambú, me tope con una varita que me dijo “soy la indicada”, se origino un nuevo desafío, la construcción de una marutake #1, una caña chica para poder pescar cómodamente en éstos lugares que menciono. Luego de que Anibal, una vez más me facilito el bambú, comencé a trabajar en ella, ésta vez con un poquitin más de experiencia, ya llevaba 3 meses pescando exclusivamente con marutakes y había armado dos cañas que explote al máximo, obteniendo así una lista de consideraciones a tener en cuenta.
Los detalles de la marutake eran claros a esta altura, una varita que andaría en un #1 máximo #2, que la utilizaría con linea artesanal y que tendría sólo dos tramos, ya que la la caña sería hecha con una misma vara de bambú yatake. La unión la haría con un casquillo de bambú, porque es la opción que más me gustó hasta ahora. De acuerdo a la experiencia adquirida hasta el momento, por el uso intensivo que le di a las marutake I y II, tendría en cuenta los siguientes detalles:
- Los pasahilos tendrían un diámetro máximo de 4/5 mm.
- Como ya dije, la unión sería de casquillo de bambú.
- La empuñadura, esta vez la haría de raíz de bambú, esto más que nada buscando una nueva estética y además poder experimentar con otros materiales.
- Dejaría de lado la laca, daría las terminaciones con barniz marino, ya que en ciertas partes la laca que utilice me craqueló un poco.
- El primer tramo seria reforzado con un casquillo de mayor diámetro.
- Las uniones serian reforzadas en su interior, con bambú de menor diámetro.
- Las anillas de sujeción del reel, las haría con los mismos aros de aluminio que utilice en las otras 2 cañas, ya que no me trajeron ningún inconveniente.
Listo, ya tenia claro como quería fabricar ésta vara, así que no me quedo más que comenzar con el trabajo. Lo primero que hice fue enderezar los tramos y comenzar con el templado con calor, repetí ésta tarea unas 12 veces, luego le aplique un curador de madera para evitar hongos, humedad y bichos. Una vez enderezada, templada y curada, prepare los casquillos, tanto el de la unión como la del refuerzo del primer tramo. Acto seguido hice los ajustes de los tramos, para que la unión quedara perfecta y reforcé el sector que sería afectado por dicha unión (en ambos tramos). A esta altura la marutake ya había comenzado a tomar forma, así que seleccioné un tramo de raíz que se adaptara a mi mano, a la varita e hice los ajustes necesarios para el porta reel. Una vez todo listo, pegué el casquillo en el tramo superior y pegué la empuñadura al tramo inferior, junto con el refuerzo inicial. Por último, ajusté la base del porta reel con resina epoxi y cree una vez más, un final de porta reel con nudo coihue, material que me encanta. La vara ya estaba terminada, realicé algún pequeño ajuste de aderezamiento y listo, era hora de comenzar con los pasahilos. Volví a utilizar alambre de alpaca dura, pero ésta vez achique un poco el diámetro, y además los coloree con fibrón indeleble verde, lo mismo hice con las anillas del porta reel para darle un toque estético. Todos los pasahilos y las anillas de sujeción de reel, fueron recubiertos con resina epoxi, para brindar más durabilidad y además que sean mas suaves al momento de rozar con la línea.
Finalmente coloque las anillas y elegí color azul oscuro y rojo, para el empatillado de las mismas, las terminaciones del sujeta moscas, y el refuerzo inicial de la empuñadura. Ahora sí, sólo restaba barnizar, así que luego de la firma y el nombre “Gandalf-AR-III” barnice la varita con 5 manos de barniz marino de buena calidad, rebajado 50% y 50% con aguarrás mineral en las dos primeras manos y en las últimas 3, en una proporción de 70% / 30%.
La marutake ya estaba lista, era hora de comenzar con la linea artesanal. La hice con un trozo de hilo Dyneema de unos 11 metros de largo, el cual impregne en frío en Cetol color oscuro. Hice dos impregnaciones con una diferencia de una semana entre una y otra, luego suavice la línea terminada con silicona (la utilizada para automóviles).
Por fin estuvo todo listo, armé el equipo con un reel que tenía reservado para esta vara y salimos a jugar a los arroyos de montaña. Realmente la varita se comporta en forma espectacular, con una sensación de pesca única, con mucha acción y de recuperación lenta, es muy suave para el casteo e ideal para pescar con moscas secas. Ya tuvimos varias salidas y varias truchitas pinchadas, el tiempo me irá marcando las cuestiones a mejorar en este hermoso e interminable camino de las marutake.